sábado, 13 de marzo de 2010

Mi Compadre Grimaldo

MI COMPADRE GRIMALDO
Por. José Rafael Araujo Nigrinis
En verdad su nombre real es Leoncinio Bonivento Pusiana. Tampoco es mi compadre pero va a serlo. Me pidió que fuera el padrino de su último hijo y eso me agrada porque, de paso, es una muy buena manera de ilústralo a él y su familia sobre la Fe de mi Iglesia y la obra corredentora de la Santísima Virgen. Lo conocí por intermedio de un primo mío que estaba interesado, por la comisión en material, en que le comprara Chinchorros y en efecto ya le he comprado cinco, de variados colores, hechos por su mujer y las hermanas de ésta. Desde entonces mis allegados y yo le llamamos Grimaldo, lo que además es un nombre original y sonoro.

Pertenece a la etnia wayuu y su ranchería está cerca de cuatro vías, entre Riohacha y Maicao, pero vive desde hace algún tiempo en La paz (Cesar). Y es pacífico no por el gentilicio del lugar donde se encuentra avecindado sino porque así es su temperamento. De su raza, aguerrida cual ninguna escribió al Rey de España en 1621 el Gobernador Francisco Martínez de Rivamontán que “con los buenos deseos que tengo de servir a Vuestra majestad los tengo tan a raya que cuando se ofrece que vienen enemigos a la Ranchería acuden a defenderla con sus arcos y flechas por habérselo así mandado yo y son más de cien indios los que en tales ocasiones se hayan que no dejarán de surtir algún buen efecto habiéndola de pelear por ser muy valientes …”.

Los valientes por lo general vienen de razas de valientes, pero también hay otras clases de valores, como los de la familia de mi Compadre Grimaldo. Qué buenos artesanos. En la Perla de América de Julián Antonio se describe sin igual el talento de la etnia de mi compadre: “Pero los que tienen más fama en trabajar piezas de algodón son los Indios Guagiros, no solo los cristianos (que son pocos) sino también los bárbaros. Ellos se trabajan sus mantas y vestidos á la indiana, y singularmente sus camas péndulas con mil primores. Estas camas son las que por allá llaman hamacas, y llamo yo péndulas, porque amarradas en dos árboles ó leños están pendientes en el aire, y así se va zarandeando á su gusto el que en ellas se echa. Viene á ser la hamaca como una cuna formada de algodón bien tejido, pero muy ancha y larga, que afianzada bien en sus dos extremidades, de dos altos leños se mantuviera en el aire, y se moviera á placer de quien reposara en ella. Es la hamaca comodísima alhaja para quien viaja por aquellos países para quien no puede sufrir la cama, y para quien quiere dormir al fresco y á su gusto. ….. Las labran los Guagiros tan grandes, tan tupidas, tan finas y tan hermosas, que no se desdeñan las personas de forma y señores obispos de recibirlas, y apreciarlas como regalo exquisito. Dan estos Indios al algodón variedad de colores con tintas naturales del propio país, que sacan de las yerbas, frutillas, y singularmente del palo del Brasil, que tienen á mano; y así salen las hamacas vistosísimas, y se precian los señores del rio de la Hacha de tenerlas para su uso, y para obsequiar con ellas á las personas de su mayor afecto, aun de fuera la provincia”.
Compadre Grimaldo, este escrito es un homenaje a usted, su familia y su raza. Y que se reconozca por parte de toda la sociedad que América es de sus nativos. Y de Dios.
(Relación del Gobernador Francisco Martínez de Rivamontán Santander al Rey -21 de Julio de 1621. Reino de Nueva Granada – Colombia- Siglos XVI- XVIII. Universidad de Valladolid- España- Transcriptora: Micaela Carrera de la Red; La perla de América, provincia de Santa Marta: reconocida, observada y expuesta en discursos históricos Autor: Julian Antonio. Edición original: Paris, E. Thunot. 1854) (La Perla de América data de la segunda mitad del siglo 18)

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